(Por Pablo Maradei) Luis Barrionuevo tejió esta semana su mano a mano con Javier Milei que reveló InfoGremiales. Rompió la cohesión que había conseguido la CGT detrás de la figura de Sergio Massa y mostró una grieta que parecía cerrada. «Estamos tirando todos para un lado con un frente muy complicado y él hace la suya.»
El péndulo con que algunos de los sindicalistas consultados hablan de Luis Barrionuevo va desde «Luis es así» como restándole trascendencia más allá del caso puntual sino como una forma de moverse, hasta un «claramente acordar con Barrionuevo no es acordar con los trabajadores».
«Más allá de que a Luis le chupa un huevo todo y lo que vayan a decir de él, en el fondo lo pueden putear todo lo que quieran pero el tipo mueve los hilos judiciales y a en esa terminal hay que estar bien», pinta el panorama otro.
A tono con la desacreditación, otro dirigente consultado apuntó: «En un mes pasa de apoyar a Wado a respaldar a Milei; es impresentable. Y más allá de que no mueve la aguja con lo que haga, es un dirigente sindical que no vale como tal porque tiene el 60% de sus trabajadores en la informalidad».
Dicho todo esto, además de la reunión mano a mano entre el candidato libertario Javier Mieli y el titular de la UTHGRA el martes por la noche en Nordelta, hubo otros dos cónclaves: uno en el que asistieron asesores del candidato y algunos dirigentes sindicales convocados por Barrionuevo. Fue una especie de round de aproximación.
Está claro que la lectura del gremialista es que el «fenómeno» Milei es imposible de parar y los puentes para tenderse entre ambos se activaron fácilmente en varias «células menemistas» que estaban dormidas pero que se activaron rápidamente.
InfoGremiales se comunicó con Barrionuevo, pero prefirió no atender.