El Consejo Directivo de la CGT mantendrá esta tarde su primera reunión del año en su sede de la calle Azopardo. Luego de un par de intentos que naufragaron, hoy la conducción de la principal central obrera del país se volverá a ver las caras.
La agenda incluye la negociación con el gobierno por la salud y el blanqueo laboral, los dos capítulos menos controvertidos del proyecto de reforma laboral que tiene en agenda el Gobierno hace dos años y la realización de una marcha de protesta para el 4 de abril que impulsan los gremios industriales.
En ese contexto, los gremios enfrentados al Gobierno nacional redoblaron la presión para que la central obrera convoque a un nuevo paro nacional, mientras todavía esperan la ratificación del apoyo a la marcha del #4A.
El secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, y el titular de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, salieron a reclamar a la conducción de la CGT que convoque a un paro general en rechazo a la situación económica del país, y de esa forma incrementaron la presión luego de que la central obrera anunciara que hará una marcha el mes próximo.
«Le vamos a exigir a la CGT un paro general, vamos a profundizar nuestras críticas a este gobierno», anticipó en declaraciones periodísticas Pablo Moyano, que lidera el sector de la central obrera que el año pasado se alejó de la conducción en desacuerdo con mantener una postura dialoguista con la gestión de Mauricio Macri.
Este sector «disidente» de la CGT que encabezan Hugo y Pablo Moyano considera «insuficiente» la movilización que organiza la CGT para el #4A «en defensa de la producción y el trabajo» y reclama al binomio de Héctor Daer y Carlos Acuña que le ponga fecha a una huelga nacional.
Por su parte, Micheli, quien mantiene una «unidad en la acción» con este sector opositor de la CGT y con la CTA de los Trabajadores de Hugo Yasky, criticó a la conducción de la central obrera y dijo que «es necesario hacer una acción inmediata» porque «no alcanza con una marcha».