Gerardo Martinez manifestó que hay una gran cantidad de obras públicas paralizadas porque «no se pagan los certificados» a las empresas concesionarias, las cuales no dudan en suspender y despedir a los obreros.
En declaraciones a radio Vorterix, Martínez no descartó que desde el sector se adopten «medidas de fuerza y lucha en el lugar de trabajo», para que el Gobierno comience a ver la situación de debilidad en la que se encuentran cientos de miles de empleos.
Y argumentó el gremialista que la UOCRA no va a permitir «que se paralicen obras cuando están debidamente justificadas», porque eso incrementaría sobremanera la mano de obra desocupada en todas las provincias del país.
Señaló también que hay muchas obras paralizadas por la falta de energía, dado que los cortes de luz se masificaron en Capital, Gran Buenos Aires y en las provincias del denominado Norte Grande, donde la sensación térmica alcanzó los 62,5 grados días atrás.
Martínez dijo que el Gobierno debería permitir en los hechos que la discusión de la paritaria salarial «sea libre», para que cada sector productivo establezca las mejoras sobre las base de su situación en particular.
Dijo el sindicalista que más allá de las turbulencias económicas que hay en el mundo y de algunos problemas puntuales en la actividad doméstica, el Estado debe implementar herramientas para garantizar la «cultura del trabajo».
Consideró que un plan fuerte de créditos hipotecarios sería una buena medida para impulsar al sector, pero también para permitir a los trabajadores argentinos a acceder a una vivienda digna para dejar de vivir en alquiler.
«Pero lo importante es acompañar las palabras con los hechos. En este momento hay nubarrones económicos y macroeconómicos. La inflación no baja. Y por otro lado, se toman medidas como la de no hacer los aportes a las obras de infraestructura pública», se quejó Martínez.
Aseguró el sindicalista que la decisión del Gobierno de Mauricio Macri de paralizar el pago de los certificados de obras a las empresas constructoras genera «una sensación térmica de mucha incertidumbre».
Según Martínez, las empresas están cancelando los pagos de las quincenas, suspendiendo y despidiendo trabajadores, lo que está generando «una situación conflictiva innecesaria, y el Gobierno debería estar atendiendo en la gestión que los trabajadores no pueden ser la variable de ajuste de este proceso».