El conflicto en la multinacional autopartista Lear parece no tener fin. Mientras siguen las protestas por despidos y suspensiones la situación se enrarece. En el día de ayer la empresa presionó a los trabajadores que están dentro de la planta para que firmen un petitorio contra los delegados bajo amenaza de ser despedidos. Ante la negativa, decidió despedir cuatro empleados más.

Mientras esto sucede, el SMATA, gremio de la actividad, negocia por su cuenta una salida. Sin embargo los delegados de Lear cuestionan su accionar. Según comunicado emitido por los trabajadores de la multinacional «Para encubrir este ataque (que se suma a los cientos treinta despedidos, a los cien suspendidos y a la prohibición de la entrada de los delegados electos por el 65 % de los votos hace seis meses), la empresa y el SMATA estarían “negociando” a espaldas a los trabajadores la reincorporación de treinta o cuarenta despedidos y suspendidos que pertenecen a la agrupación Verde de Pignanelli y que todos saben que fueron despedidos con el único objetivo de ser reincorporados, intentando mostrar una voluntad negociadora de una empresa que no deja de atacar a los trabajadores con prácticas antisindicales ilegales».

Ayer el SMATA, a su vez, anunció la reincoporación de 20 de los trabajadores despedidos, más la vuelta al trabajo de dos empleadas suspendidas. También dieron a conocer que 70 de los cesanteados se acogieron al retiro voluntario.

Ante lo que consideran una traición del sindicato que comanda Ricardo Piganelli, los trabajadores de Lear que continúan en lucha decidirán hoy en asamblea una respuesta a la altura de este nuevo ataque.