Menos del 60% de los porteños que trabajan en organismos públicos logran superar el umbral de pobreza, en base a los criterios que establece el propio gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Los datos fueron revelados por un estudio del Grupo de Estudios de Economía Nacional y Popular (Geenap).
El análisis, elaborado por los economistas Santiago González y Sergio Chouza, remarcó asimismo que «de ser el sueldo del empleado público porteño el único ingreso mensual de la familia, el número de pobres ascendería al 79%».
Para realizarlo la investigación se tomó la publicación que reporta la canasta de consumo de las familias porteñas, emitida por la Dirección General de Estadística y Censos del Gobierno de la Ciudad; y a partir de la misma, se registró la evolución en el costo total, umbral a partir del cual, una familia deja de ser considerada pobre.
Según las mediciones de la propia Ciudad, actualmente se necesitan 12.282 pesos para que una familia tipo, habitante de la Capital Federal, no sea considerada pobre. En tal sentido, las mediciones expresan que los empleados porteños que superan ese umbral no llegan al 60%, por lo que más del 40% cae debajo de la línea de pobreza.
«A partir de este análisis focalizado, podemos concluir que la política de ingresos del gobierno de Mauricio Macri lejos está de favorecer la movilidad social ascendente de los propios empleados de la administración pública municipal», sostuvieron González y Chouza.
Remarcaron que «si los aumentos en el costo de vida de los porteños fueran aquellos que el Instituto de Estadísticas de la Ciudad reporta, la gestión del PRO elige de forma manifiesta no implementar políticas de ingresos reparadoras para mejorar el poder adquisitivo de sus propios empleados y, por ende, opta por empujar a la pobreza a un número considerable de familias porteñas».