Gerónimo «Momo» Venegas sigue en proceso de buscar los respaldos necesarios para conducir la CGT, pero mientras hace los llamados teléfonicos para comprometer el acompañamiento, sus hombres en la gestión siguen con los despidos sin causa.
“Nos dijeron que los despidos tienen que ver con la necesidad de reducir el personal a una tercera parte”, confirmó a el portal El Trabajador del Estado, Dolores Plaza, jefa de prensa en el Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATEA), afiliada a ATE, una de los 14 empleados cesanteados entre jueves y viernes.
La misma suerte corrió ya una parte de los 800 trabajadores del organismo pasibles de ser despedidos en todo el país, tras un sórdido acuerdo entre UPCN y el gobierno nacional que abrió la puerta para el recorte de personal.
Ambas entidades sortearon el artículo 19 de la ley 26.727 que en 2011 creó el registro encargado de garantizar el cumplimiento de los derechos de los trabajadores rurales y evitar la trata de personas. Allí se establece que cualquier empleado despedido del RENATEA debe ser reubicado en otro organismo del Estado.
Lo curioso, es que este universo de 800 trabajadores ingresaron al organismo durante los años en que el militante de Cambiemos y jefe del sindicato UATRE, Gerónimo Venegas, perdió el control de la fiscalización que ahora realiza el Estado. Entre ellos, los 14 trabajadores de Salta.
“Algunos de nosotros vamos a judicializar el despido y no vamos a aceptar ninguna oferta compensatoria. Entendemos que somos trabajadores del Estado despedidos sin ningún tipo de razón. Nosotros pertenecemos a ATE, pero RENATEA no nos reconoce como afiliados y no nos hace los descuentos. Vamos a avanzar desde lo gremial y lo judicial”, confirmó Plaza.