La Comisión Gremial Interna (CGI) de la autopartista Lear, de la localidad bonaerense de General Pacheco, denunció que continúan «los despidos y suspensiones de un tercio de la planta» de esa empresa y que durante 30 días «los cesanteados no cobrarán remuneración».
Los delegados Rubén Matu y Silvio Fanti señalaron que «esa situación se produce a pesar que en la firma Ford -única compradora de los mazos de cables de Lear- la producción no bajó este año y se aguarda una suba desde julio».
Afirmaron que «la Ford importa parte de los cables que produce Lear desde Centroamérica y Europa, mientras en Pacheco hay despidos y 200 trabajadores están suspendidos y sin salario alguno, lo que perjudica al personal y a las cuentas públicas».
Los delegados añadieron que la empresa norteamericana cesanteó a los trabajadores con la excusa de tener «bajo rendimiento», cuando la mayoría son operarios con años de antigüedad y «un 30% no cumple tareas por exclusiva decisión de la patronal».
Los representantes reseñaron que el 2 de junio último el Ministerio de Trabajo dictaminó que las suspensiones eran ilegales porque la empresa nunca denunció «la existencia de crisis, como indica la ley, como paso previo a la suspensión masiva». «Lear jamás podría demostrar crisis alguna, ya que en el mundo facturó en 2013 más de 16.000 millones de dólares», aseveraron.