Tras el paro y la contundente movilización de más de 50 mil personas que le reclamó a Mauricio Macri el cese de los despidos masivos, la reincorporación de los estatales despedidos y la apertura de las paritarias en la actividad, y a horas de una nueva jornada de protesta de los estatales liderada por ATE, el presidente parece subir más la tensión en la actividad.
Es que ayer en una entrevista televisiva se refirió a los despidos masivos en el estado y aunque reconoció que los cesanteados no era ñoquis, como los habían catalagado en un principio, los calificó de «trabajo estatal innecesario».
«Hasta ahora van 6 mil y pico. En estos diez años, entre las tantas mentiras que hubieron, se ocultó el desempleo generando trabajo estatal innecesario», disparó Macri.
Se crearon puestos que no tienen tarea. Ese millón y pico de gente que entró al Estado, en una importante proporción, hoy saben que van a un lugar donde no tiene tareas», agregó el presidente.
«No es que son ñoquis cien por cien. Pero ellos saben que van a un lugar y se sientan en un escritorio a ver que pasen las horas. Pero eso no es un trabajo», concluyó.
El debate de fondo que plantea ATE, es que los despidos masivos ocultan una política de reducción de las tareas del Estado y en ese proceso miles de puestos de trabajo son suprimidos. El rol del trabajador del estado, su sustento, pero también las políticas públicas están en juego en esta disputa.