Los trabajadores de la ex-Ecotrans se movilizaron el miércoles por la tarde al Ministerio de Trabajo para denunciar que cumplen tareas sin «las mínimas condiciones de higiene y bajo constante presión empresaria».
En declaraciones a Télam, el representante de base de los trabajadores, Carlos Pacheco, afirmó que la Secretaría de Transporte «hizo oídos sordos a una contrapropuesta de los trabajadores, que planteó la conformación de un Comité de Seguimiento respecto de la presentación del listado total del personal, del que debía hacerse cargo cada empresa, respetando las tareas que se cumplían, y detallando la cantidad de colectivos que tendría cada línea y los plazos para realizar esos menesteres».
Pacheco indicó que los delegados reclamaron especificaciones alrededor del destino de las instalaciones, las cabeceras, las frecuencias y los recorridos, temas que hoy provocan «situaciones de presión e incertidumbre en la ex Ecotrans y, antes, en TDO».
El delegado denunció «presiones» a trabajadores para que acepten retiros voluntarios y se desvinculen de la firma, lo que fue anticipado por Pacheco de forma previa a «la firma del acuerdo».
«Se alertó en su momento respecto del desguace y de los despidos encubiertos. Las empresas quieren desprenderse de trabajadores luego de convenir que se harían cargo de la totalidad del personal. Ahora ofrecen acuerdos viles», señaló el delegado.
Pacheco rechazó «los aprietes» y se pronunció por «la defensa de cada puesto de trabajo», a la vez que explicó que los patrones procuran imponer en todas las líneas de ómnibus ritmos de labor «más desfavorables y eliminar en algunos casos el servicio nocturno, reduciendo frecuencias, no abonando los retrasos y los minutos de espera y no reubicando al personal de técnica, al que presiona sin ofrecerle tareas», indicó un comunicado del sector.
«Se intenta imponer un sistema de francos de 4 x 1, lo que es anticonvencional. El anuncio de la vuelta a Primera Junta fue una burla, ya que las líneas 163 y 136 no tienen espera, no hay baños ni en ese lugar ni en Liniers y, luego de un recorrido de más de 5 horas, los choferes no tienen condiciones mínimas», puntualizó.
Pacheco añadió que en «los predios y cabeceras los trabajadores de la línea 503 de Merlo deben ubicarse en un pequeño espacio de la ex Ecotrans, sin capacidad para el conjunto, y, los empleados del sector técnica, carecen de vestuarios y duchas».
Los choferes de la línea 136, también en Merlo, fueron trasladados al predio del kilómetro 34 y medio de la ruta 40 (ex 200) y están de forma literal «desprovistos de todo y a la intemperie; aguardan arriba del colectivo y no tienen lugar para resguardarse, aseveró.
«Los servicios son peores que los que ofrecía la ex Ecotrans. Las frecuencias son de 50 minutos a una hora; los diagramas fueron hechos de manera tal que los choferes no excedan las ocho horas para no pagar horas extras, y no importa que no se cubran ciertos servicios y que los usuarios paguen las consecuencias, mientras continúan las presiones para trabajar en negro», aseguró.
También indicó que apenas hace dos días se depositaron los 5.000 pesos de los REPRO, luego de haber sido descontados hace 22 días.
Pacheco denunció que, a través de «la prepotencia, los empresarios procuran imponer condiciones de trabajo violatorias del convenio», y expresó que «la impunidad es enorme; no existe control alguno de Transporte, Trabajo nacional y provincial y las comunas bonaerenses de Morón y Merlo que, no obstante las presentaciones realizadas, no hacen absolutamente nada o dejan hacer de todo».