Encabezada por Ricardo Pignanelli, la conducción nacional, acompañada por miles de trabajadores mecánicos de todas las ramas y sectores, el gremio respaldó la norma que fue elaborado por un dirigente de Smata y diputado nacional, Oscar Romero.
Allí también precisó el Pignanelli que según «los fundamentos de la ley, en una década, el 55 por ciento de las autopartes deberán ser de fabricación nacional y eso fortalecerá y desarrollará el autopartismo de producción local»
Al respecto añadió que «esto comprometerá a las terminales automotrices locales con la compra de autopartes, sistema de autopartes, herramentales, moldes y matricería a cambio del otorgamiento de un bono electrónico de crédito fiscal».
Ese beneficio podrá ser cedido a terceros y servirá para el pago de impuestos nacionales. El proyecto procura resolver el problema creado por el desfasaje de producción e integración local de autopartes, que en los últimos años fue cubierto en un 50 por ciento por Brasil -cuyos autopartistas tienen desde el 1 de enero de 2013 los beneficios del ‘Innova Auto’- y, el otro 50, por autopartes provenientes de extrazona.
Cada punto porcentual a recuperar en la integración de piezas representará 5.000 nuevas fuentes de trabajo y que si aumentase la integración en tres puntos se generarían 15.000 empleos y, en 10 puntos, se sumarían 50.000 trabajadores para producir y percibir salarios dignos.
Los beneficiarios del régimen serán las empresas productoras de automóviles, utilitarios, camiones, chasis con y sin cabina y ómnibus, así como los productores de motores, cajas de transmisión y autopartistas productores de conjuntos que posean un establecimiento industrial radicado en el territorio nacional.