En un comunicado de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA), detallaron los pormenores del conflicto en la planta MePi, y los motivos de la marcha de ayer.
Desde el miércoles 1 de febrero, el sindicato se encuentra con más de cien trabajadores acampando frente a la empresa Lácteos MePi, ubicada en la ciudad de Luján, “en defensa de los trabajadores que se encuentran llevando adelante una medida de fuerza en solidaridad con un compañero despedido y en protección de sus propios puestos de trabajo, ya que Rogelio Pighin y Franco Melone, dueños de la firma, amenazan, a través de recursos judiciales, con dejarlos son trabajo si continúan con la medida”.
El conflicto comenzó el año pasado cuando la organización sindical se puso en contacto con los trabajadores de MePi para regularizar su situación laboral, ya que conocían que existían muchas anomalías en la planta. “Entre ellas detectamos la situación del compañero Eduardo Martín, quien trabaja hace 24 años en la empresa, sin estar registrado formalmente y cobrando la mitad del salario que le corresponde por Convenio Colectivo de Trabajo. Situación agravada porque el compañero cuenta con una discapacidad motriz que nunca fue contemplada por los empresarios”.
Efectivamente, durante el mes de diciembre se realizó una inspección laboral junto al Ministerio de Trabajo. Pero luego de esto, los empresarios decidieron prohibirle la entrada a Martín a la fábrica, “desconociendo la relación laboral y culpándolo por pedir protección al sindicato. Por otra parte, intimidaron y amenazaron al resto de los trabajadores para que definieran su postura”.
En el comunicado, el gremio no ahorra eufemismos para el apoyo gubernamental a la patronal. “Como era de esperarse, ya que viene ocurriendo desde que la Alianza Cambiemos PRO-UCR asumió el gobierno, el Ministerio de Trabajo apoya a los empresarios en sus prácticas flexibilizadoras y precarizantes. Esto quedó demostrado en la audiencia convocada el día jueves 2 de febrero, cuando las autoridades estatales propusieron que el trabajador acepte ser indemnizado como única solución al conflicto”.
Mientras tanto, “los empresarios continuaban con su plan intimidante y disciplinario. Por un lado enviaban sendas cartas documentos a los compañeros que ejercían su derecho constitucional a realizar una huelga para que retomen las tareas en sus puestos de trabajo o de lo contrario los considerarían despedidos, y por otro lado denunciaban penalmente a los dirigentes y activistas sindicales quienes en ningún momento cometieron delito alguno, ya que los empresarios pudieron ingresar y egresar del establecimiento sin ningún problema durante este tiempo, y la propiedad tampoco fue afectada”, sostuvieron.
Ante esta situación, emprendieron la movilización del día de ayer a la delegación del Ministerio de Trabajo de Luján, en la cual convocaron a afiliados de ATILRA de todo el país, y contaron con la solidaridad de varios gremios, muchos que forman parte de la Corriente Federal de Trabajadores CGT, en la cual se posiciona el sindicato lechero. Entre otros, brindaron su apoyo Satsaid, Curtidores, Sitraju, Cerveceros, Sadop, La Bancaria, STM Lujan, y Gráficos.
Como resultado de la masiva moviliazación y tras una reunión en la delegación local del Ministerio de Trabajo provincial la empresa dejó sin efecto el despido del empleado.