Ni lerdo ni perezoso, Sergio Massa hizo una movida audaz para posicionarse políticamente de cara al mundo sindical y a gran parte de la población. Lo hace en el contexto de reclamo coincidente, aunque no conjunto, de las cinco centrales sindicales para subir el mínimo no imponible y modificar las escalas del impuesto a las ganancias.
Se trata de convocar a los titulares de las cinco centrales a la comisión de Análisis y Seguimiento de las Normas Tributarias y Previsionales de la Cámara de Diputados, el martes 29 a las 11 horas. La comisión la preside José Ignacio de Mendiguren, histórico dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y actual diputado del Frente Renovador.
La propuesta es audaz pues lo muestra como aglutinante de una demanda sindical y de los sectores medios, por un lado, incomoda al gobierno en un reclamo que viene estirando hace tiempo, y lo posiciona a él como referente “ejecutivo”, cuando su rol legislativo lo limita en su accionar.
En verdad, dado que el oficialismo mantiene la mayoría en todas las comisiones, podrá impedir el quórum, pero no el debate, tal como ya ocurrió en ocasiones anterior. Pero habrá que esperar la resolución de diputados oficialistas de extracción sindical.
Recuérdese que la CTA de Hugo Yasky convocó a una movilización por la cuestión para el 4 de agosto, y que Antonio Caló, de la CGT oficialista, se ve crecientemente presionado por las bases y sus pares, en lograr una concesión del gobierno. De su pasada reunión con el Jefe de Gabinete Jorge Capitanich se fue sin nada que mostrar.
Dada la situación, y para procurar mantenerse a distancia del moyanismo opositor, desde la UOM se muestran confiados en que el Congreso es una oportunidad de presionar al gobierno sin confrontar en una marcha que los acerque a la oposición.