Materfer, una empresa que llegó a posicionarse como una de las principales fábricas ferroviarias en Sudamérica, gestiona ahora ante el Gobierno Nacional el cobro de una deuda de la gestión anteriory se declarará en crisis para realizar suspensiones. En principio promete que no habrá despidos.
La fábrica fue construida por Fiat Ferroviaria a fines de la década de 1950 en el ahora barrio de Ferreyra y de sus líneas de montaje salieron más de 3.500 vehículos ferroviarios de superficie y subterráneos para Argentina, Bolivia, Chile, Uruguay y Cuba. La firma quebró en 1998 y en 2002 fue comprada por el empresario argentino Sergio Taselli, quien sigue al frente del complejo industrial.
Taselli señaló a La Voz del Interior que el gobierno de Cristina Fernández quedó adeudando parte del pago por la fabricación de duplas y triplas (coche motores) y de locomotoras. Por esa situación, dijo, la empresa se vio obligada a aportar 180 millones de pesos en los últimos cinco meses para seguir con la producción comprometida en contratos firmados con el gobierno anterior.
“Estuvimos medio abandonados por cuatro o cinco meses y parecería que, al menos, los contratos viejos los reflotan y vamos a seguir con esos contratos que los van a certificar de nuevo y los van a pagar”, indicó el empresario. Y se muestra optimista sobre las gestiones con el Gobierno de Macri.
Taselli añadió que, desde que asumió Macri en diciembre, recién la semana pasada tuvo “un acercamiento” con el Gobierno a fin de tratar de “ordenar” todo lo referido a los contratos vigentes. Del primer encuentro, quedó claro que “a los viejos contratos los van a certificar de nuevo y los van a pagar”, expresó, aunque admitió que no hay a la vista ningún contrato nuevo.