Dos balas de plomo aparecieron ayer en las puertas del acampe que mantienen desde enero los trabajadores del INTI para reclamar la reincorporación de los 258 despedidos. “Es un mensaje claramente mafioso e intimidatorio”, advirtieron desde ATE.
Los trabajadores hicieron responsable a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich como a los directivos del organismo “por cualquier cosa de lo que ocurra con la vida o la integridad física de los trabajadores del instituto”.
En la misma jornada también robaron la computadora de la junta interna del local de ATE, que contenía los expedientes de todos los empleados cesanteados, además de documentos sindicales.
Por si eso fuera poco, esa misma noche se registró también un robo en la casa de uno de los delegados, ubicada en el barrio de Moreno, aunque no le robaron nada y sólo dejaron la casa revuelta.
Por todos esos episodios, los trabajadores denunciaron “un cuadro general de represión”. “Entendemos que la escalada de violencia represiva no para, que nuestras vidas están en riesgo pero no vamos a dejar de luchar por la reincorporación de nuestros compañeros y para evitar el vaciamiento del instituto”, resaltó Giselle Santana, secretaria gremial de la Junta Interna de ATE en el INTI.
Los empleados cesanteados recordaron además que hace apenas dos semanas un policía asignado a la seguridad del predio de San Martín desefundó su arma reglamentaria y realizó dos disparos dentro del instituto, a 100 metros del jardín maternal.