Los sectores que pagaron mayores salarios en los últimos 25 años fueron el petrolero y el minero, que abonaron remuneraciones laborales 5,6 veces superiores a los de la rama de menores salarios, según un trabajo difundido por el Ministerio de Desarrollo Productivo.
El estudio analiza la dinámica salarial en los sectores productivos desde la convertibilidad hasta la Covid-19 (1996-2021), período que atravesó diferentes ciclos de auge y recesión, transformaciones en la estructura productiva e importantes giros en la orientación de las políticas macroeconómicas, sociales y laborales.
«Las ramas de actividad de la economía argentina conviven realidades salariales sumamente dispares. Tomando los 25 años comprendidos entre 1996 y 2021, la rama que pagó mayores salarios fue explotación de minas y canteras (petróleo y minería)», señala una de las conclusiones del informe.
Precisamente, los sectores petroleros y mineros abonaron «remuneraciones laborales 5,6 veces superiores a las de la rama de menores salarios (agricultura, ganadería, caza y silvicultura) que, no obstante, registró la segunda mayor suba del poder adquisitivo desde 1996″.
El informe difundido por la cartera que conduce el ministro Matías Kulfas añade que electricidad, gas y agua, finanzas y pesca fueron los otros sectores líderes en remuneraciones.
La mayoría de las ramas estudiadas alcanzaron su pico salarial entre el 2013 y el 2017, aunque desde 2015-2017 los salarios tendieron a menguar paulatinamente, afectados por la crisis macroeconómica (y las sucesivas devaluaciones abruptas del peso) desde abril de 2018 y por la pandemia de Covid-19 en 2020.
«Todas las ramas excepto construcción, hoteles y restaurantes, y transporte y comunicaciones tienen al menos tres etapas de aumentos salariales y presentan una suba real de punta a punta entre 1996 y 2021», precisa el estudio.
No obstante, hay ramas cuyas «oscilaciones marcadas las distinguen de esta descripción general, como es el caso de pesca (la rama con menor cantidad de empleo formal) y de hoteles y restaurantes».
En el caso de los hoteles y restaurantes, el impacto mundial de la Covid-19 generó una caída abrupta que llevó a que su salario real promedio actual sea inferior al del año 1996 y el menor de toda la economía formal argentina.