En enero, la entidad empresaria había rubricado un acuerdo similar con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) que lidera Antonio Caló y ahora lo replicó con el gremio que representa a los supervisores.
«A través del diálogo permanente con los trabajadores se llegó a un acuerdo similar al firmado con la UOM y muy lejos de cualquier conflicto laboral», admitió José Ammaturo, titular de Camima.
El directivo destacó que los empresarios «están comprometidos y tienen vocación para alcanzar un entendimiento para mantener el poder adquisitivo del salario, sostener los empleos e impulsar y preservar el desarrollo de la pequeña y mediana empresa».
Para el dirigente, la cámara representó una vez más «los intereses de los empresarios metalúrgicos, entendió las necesidades de los trabajadores y les ofreció respuestas sin que ello implicase la afectación de la actividad productiva», indicó un comunicado.
El bono de 2.000 pesos en dos tramos contempló una cláusula para las firmas que atraviesan dificultades o suspensiones y están incluidas en el Programa de Recuperación Productiva (Repro).
La gratificación no modificará la percepción de una suma fija de 4.000 pesos en dos cuotas de 2.000 cada una, que fueron pactadas para ser percibidas en enero último y en marzo próximo en el acuerdo paritario que rubricaron la Camima y la Asimra en mayo.
Por último, Ammaturo reconoció que el momento «es complejo para la industria metalúrgica, pero los empresarios realizarán un gran esfuerzo y mantendrán los niveles de producción y de empleo».