Tras la ausencia de la UTA en la compulsa de afiliados realizada ayer, en un plazo de diez días, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, deberá firmar la resolución que otorgará la personería a la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP).
De esta forma, los Metrodelegados dejarán de ser un gremio simplemente inscripto y se convertirá en el único con la facultad de sentarse a discutir en paritarias los convenios colectivos de los empleados del sector, potestad que hasta este momento tenía la UTA.
La ausencia de la UTA que lidera Roberto Fernández responde a dos motivos. El primero expresamente numérico, la AGTSyP lograba juntar la cantidad de afiliados necesarios para ganar la pugna. El segundo de corte estratégico, buscarán impugnar el proceso y seguir con las maniobras dilatorias que se acababan si presentaban lo requerido por la cartera laboral.
«Repudiamos la actitud de la UTA de esconder la cabeza y demostrar lo que todo el mundo sabía, que es que somos el sindicato mayoritario y democrático del subte», sostuvo «Beto» Pianelli en la rueda de prensa.
Al respecto, el delegado de la línea D recordó que la compulsa se debió haber realizado en diciembre del año pasado, pero «las maniobras legales de la UTA para demorar o evitar la audiencia provocaron esta demora de casi un año».
«Estamos felices de haber terminado con este proceso. Hicimos todo lo que nos pidió la Justicia y el Ministerio. Pero nos quedó el sabor amargo de no haber ganado en el ring porque ellos tiraron la toalla», fue la analogía pugilística que usó Segovia.
A partir de ahora, la UTA quedará como gremio simplemente inscripto en el ámbito del subte y sólo mantendrá su influencia de gremio mayoritario en el sector de colectivos y micros de larga distancia.
El cambio de manos le asesta un golpe importante al mundo sindical poniendo en alerta a los históricos gremios cegetistas que comienzan a ver peligrar su poder y miran con recelo el resultado de este proceso encabezado por los Metrodelegados.