«Me llamaron a las 7 de la mañana para decirme que había problemas en la línea. En la estación San Juan, un pasajero se apoyó en el vidrio, se reventó el vidrio y (el hombre) se reventó la mano», afirmó el gremialista al negar que la interrupción se debiera a un paro.
«Yo quiero aclarar porque salieron a decir que nosotros paramos, y no no es así», subrayó Segovia, y explicó que las heridas del pasajero implicaron la detención del servicio por cinco minutos.
«Nadie dijo que había un pasajero lastimado» y «la gente se volvió loca y ahí se paró el tren», explicó el gremialista.
De esta forma, negó la explicación de la empresa Metrovías, que había informado que la Línea C se encontraba totalmente paralizada por “una medida de fuerza gremial llevada adelante por la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP)».
La protesta «tiene su origen en que la representación gremial impide la incorporación de un empleado de limpieza en el taller Constitución por no ser afín a su gremio», añadió la firma en un comunicado, y manifestó su repudio «a esta medida de fuerza inadmisible que deja sin servicio a miles y miles de usuarios que utilizan la Línea C para trasladarse por la Ciudad».
«Nosotros no paramos ni nos tiramos a la vía, es una mentira total. No hay paro sorpresivo. No sé porqué está parada la línea», expresó Segovia, e indicó que «la empresa no quiere decir que se rompió un vidrio, no se quiere hacer cargo» porque «no tiene coches» y para reanudar el servicio debe esperar «hasta que se arregle el vidrio».
Segovia indicó también que «los pasajeros le pegaron a los trabajadores», en particular a una boletera, y que los trenes quedaron rotos.