No son días fáciles para Pablo Micheli, secretario general de la CTA opositora. De un tiempo a esta parte viene apostando fuerte a los paros masivos junto a sus históricos rivales en el campo sindical, Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, y cuando la “unidad en la lucha” no se logra, queda solo y con poco margen de maniobra.
En definitiva, se trata de la dependencia que tiene su central de las decisiones de otros sindicatos de otras centrales, en un contexto de diversidad económica, política e ideológica.
Así se entienden sus afirmaciones de que «la interna sindical incide mucho en el plan de lucha» y dejó saber que ellos tienen «contradicciones» que son «usadas por el Gobierno y los empresarios». «Sería mejor tener una posición unificada», dijo, pero «no es fácil llegar a una unidad como la del 31 de marzo». «Hay diferencias importantes», reconoció.
Tras la tregua parcial que los gremios del transporte están ofreciendo al gobierno, al descartar el paro en lo inmediato, Micheli salió a criticar a esos gremios y otros. «No tener firmeza a la hora de definir el plan de acción debilita la postura y ese es un error que no deberían sostener algunos dirigentes». En el mismo sentido, se permitió indicar que «si hay un acuerdo extra impuesto a las Ganancias, y se compensa a los trabajadores como a los petroleros, sería un error grave, que no se debería aceptar».
Para colmo de males, recientemente se enfrentó con el propio Víctor De Gennaro, su mentor que lo apoyó para sucederlo al frente de la CTA. Como mencionara InfoGremiales en su momento, la disputa se centró en la apuesta política de Micheli de jugar con Margarita Stolbizer, y no con el propio partido de De Gennaro y Claudio Lozano, otro histórico de la central.