En la CTA Autónoma, que lidera el estatal Pablo Micheli, esperan definiciones. Es que hace varios días se apresuraron a lanzar una convocatoria a un nuevo paro general para el próximo 20 de noviembre y todavía no lograron tentar a sus circunstanciales socios sindicales de Azopardo.
Ayer Micheli consultado sobre su relación con Moyano y Barrionuevo, con quien protagonizó el paro general del pasado 28 de agosto, sostuvo: «Con Barrionuevo no hablé nunca. Con Moyano he hablado mucho, pero ahora hace casi un mes que no hablo».
Aedmás agregó: Estamos construyendo un paro nacional con movilizaciones y cortes de ruta para el 20 de noviembre. Para hacerlo vamos a hacer un plenario nacional de privados, donde esperamos reunir 2.500 delegados de todo el país».
Claro que la indefinición de Moyano, que ya lo dejó al borde de la ruptura con Barrionuevo, también preocupa entre los ceteístas. «Una de las diferencias es que Moyano es más cauteloso y nosotros queremos ir al paro de manera urgente porque la situación nos obliga», indicó Micheli.
Además, como en otras ocasiones ya hay un plan B: «Ojalá podamos hacerlo con la CGT, pero sino entonces lo vamos a tener que hacer con una multisectorial».
Claro que la contundencia de un paro general sin la pata de la CGT será mucho menor y puede exponer a Micheli a una situación de debilidad.
Además, todo indica que, de a poco, Moyano se va alejando de los sectores más confrontativos y vira su perfil para dejar conforme a los dialoguistas. No parecen ser casuales, en este contexto, los elogios que consiguió de Antonio Caló ayer.