El líder de la CTA rebelde, apura las protestas. Pablo Micheli indicó que «Si no realizamos un paro contundente contra la política económica, el Gobierno nos va a desplumar a todos los trabajadores».
Además el jefe de los estatales de ATE apuntó a otro de los reclamos más fuertes del arco sindicalista, el Impuesto a las Ganancias: «Afecta a un 1.400.000 trabajadores y es emblemático, demuestra que el Gobierno en lugar de cobrarle impuestos a los que más tienen les cobra a los que menos tienen».
En línea con la Coordinadora Sindical Clasista del Partido Obrero, el dirigente acordó un paro de 36 horas que iniciaría 12 horas antes que el eventual paro de 24 horas que disponga la CGT Azopardo de Hugo Moyano.
También hará en forna conjunta con la izquierda una marcha de Plaza de Mayo al Congreso para exigirle a los diputados el tratamiento del proyecto que plantea la suspensión de despidos y eliminación del Impuesto a las Ganancias a los trabajadores convencionados.
En declaraciones radiales, Micheli apuntó a los sindicalistas alineados con el Gobierno y dijo que «el tema de los puestos de trabajo pasa a ser una de las preocupaciones principales de los trabajadores», y sostuvo que «la salida no es callarse la boca como plantean algunos dirigentes sindicales».
En relación a los dichos del espectro oficialista respecto de la necesidad de no pedir por Ganancias para sostener los puestos de empleo, Micheli espetó: «Es extorsión cavernícola que no vamos a aceptar bajo ningún punto de vista».
Envalentonado, el líder de la CTA garantizó que ante cierres como el de Donnelley o Lear incitarán a los trabajadores a que «ocupen la fábrica y sigan produciendo».