Desde la entidad indicaron que, en paralelo al crecimiento de la importación, la producción local cayó casi 6%, pero que las exportaciones aumentaron un 32,7%. Los datos se desprenden de un «semáforo» sobre el estado en que se encuentra la actividad textil en nuestro país que mensualmente realiza la CIAI.
El relevamiento de la cámara industrial detectó las ventas dentro del mercado interno muestran un «estancamiento» arrastrado por las ventas en shoppings (+0,1%) y las ventas en comercios minoristas (sin variaciones), mientras que la facturación de ropa en supermercados avanzó 3,3% en el noveno mes del año.
En lo que respecta a las variables de empleo en el sector, la industria de la confección redujo en 3.325 personas el número de asalariados en blanco entre al primer trimestre de 2017 respecto a igual período de 2016, mientras que se estima un retroceso de 30.000 puestos informales de trabajo entre 2016 y 2015.
En cuanto al precio de las importaciones de ropa, desde la CIAI indicaron que en un año creció un 4,3% si se considera septiembre 2017 contra igual mes del año pasado.
Por otra parte, en la Ciudad de Buenos Aires el precio de la indumentaria creció en un año un 18,2% mientras que el tipo de cambio real contrastado con el de China bajó 3,6%. En ese contexto, desde la cámara industrial destacaron que «cuanto más se reduce» el tipo de cambio real, «más retrocede la competitividad argentina».