El secretario general de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), Gerardo Martínez, afirmó ayer que la situación del sector es preocupante. Los números que difundió el gremialista hablan de «alrededor de 25.000 trabajadores de la actividad que dejaron de cobrar sus salarios» y de unos 15.000 empleos estacionales en la actividad que se perdieron.
Martínez dio estas cifras al ser consultado por Radio Con Vos sobre la estimación de la Cámara Argentina de la Construcción, que habla de 30.000 empleos perdidos en la actividad.
Al respecto señaló que «todo gobierno nuevo tiene una margen de maniobra para observar la situación en general de la construcción de obras públicas», justificando parcialmente las cesantías.
Es que el titular de los albañiles mantiene un doble juego político delicado con la flamante gestión de gobierno y migró del kirchnerismo al macrismo en cuestión de horas. Un oficialista eterno.
A pesar de que públicamente ayer le mostró un poquito los dientes a Macri al señalar: «Lo que me llamó la atención -dijo- es que mientras tanto la decisión de paralizar los pagos, sin atender la necesidad de comprender con actitud pragmática, realista, que en esos emprendimientos hay gente, hay trabajadores que necesitan seguir viviendo, porque su trabajo es el único recurso que tienen», la relación entre Martinez y Cambiemos es fluida.
A pesar de sus palabras, «Cuchara» Martinez abona su amistad con el macrismo con hechos. Tanto es así que el sábado en la inauguración de la electrificación del Ferrocarril Roca llamó la atención una nutrida «hinchada» con banderas y gorritos de la UOCRA que recibió al Presidente al grito: «Macri, querido, el pueblo está contigo».
El dirigente, que también es uno de los operadores por la unidad de la CGT, es uno de los grandes y llamativos ausentes en el conflicto en Santa Cruz que amenaza con miles de cesantías.