Como parte de una familia sindical en ebullición, el diputado y ex secretario general del gremio de los Peajes Facundo Moyano consideró que “los paros en un año electoral pueden llegar a ser contraproducentes”. Así le contestó a su hermano mayor, Pablo Moyano, una de las voces más duras de la CGT y a la CTA que llamó a una nueva medida de fuerza, en uno de los cinco actos por el Día Internacional del Trabajador.
“Los paros en un año electoral pueden llegar a ser contraproducentes, más con la atomización que hay y con la modalidad del piquete”, advirtió Moyano en diálogo con La Nación+, y agregó: “Yo no creo que sirva una medida de fuerza más allá de que hay condiciones objetivas para realizarla”.
El legislador nacional del Frente Renovador reconoció que “el movimiento obrero y el sindicalismo tienen un gran defecto en la comunicación” y aseguró que “en un año electoral, eso se presta a un montón de especulaciones políticas”.
“Es muy complicado plantear una medida de fuerza después de haber hecho una donde la política económica no cambió y donde ya se fijó una postura”, dijo, en alusión al paro del 6 de abril, que además terminó por profundizar la grieta en la CGT.
En efecto, en la primera reunión del Consejo Directivo post 6A, Moyano fue uno de los protagonistas, en un cruce de alto voltaje con el triunviro Héctor Daer, donde hubo recriminaciones en torno a la huelga general y el rol de los gremios del transporte, y hasta se colaron cuestiones personales.
Para Moyano, la “atomización” que existe en el movimiento sindical es “una consecuencia” de las políticas de Cambiemos. “Lo que divide al movimiento obrero es cuando la economía cae”, consideró, y aseveró que “el Gobierno juega a la división porque le sirve”.
Por otra parte, cuestionó los piquetes como modo de protesta al advertir que “le sirven claramente al Gobierno, porque el 95% de la sociedad no está de acuerdo con eso”, según encuestas de las propias fuerzas de izquierda.