Luego de un extenso encuentro en Casa Rosada, fue el jefe de Gabinete, Marcos Peña, el encargado de enunciar a la prensa con bombos y platillos el acuerdo al que había llegado el gobierno nacional, la CGT y los empresarios. Consistía en el otorgamiento de un bono consistente en «una suma no remunerativa de compensación de la evolución salarial» con un piso de 2.000 pesos, confirmó Peña.
Sin embargo aclaró la medida «no es un decreto, ni una orden judicial», por lo que se deberá debatir sector por sector. Además, para dar más precisiones alertó «no es de carácter obligatorio».
La advertencia de Peña se materializó minutos más tarde en la confirmación de que en uno de los sectores más populosos del mercado laboral no se pagará el bono de fin de año.
«Ante las consultas de Cámaras y Federaciones referidas a las declaraciones del jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, por un presunto acuerdo con el sector empresario para que éste se haga cargo de un bono con un piso de $2000 para fin de año, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informa que los empresarios mercantiles Pyme no están obligados a ello», confirmó un escueto comunicado de prensa firmado por Osvaldo Cornide, Presidente de la CAME.
«Ya que se acordó con el sector sindical un aumento del 19% en dos tramos que absorbió la oferta inicial de bono en la negociación paritaria», agregaron y dejaron a los representados por Armando Cavalieri sin acceso al pago de fin de año.
El anuncio de los empresarios erosionó la «buena noticia» que trató de descomprimir ayer la relación con los gremios y vuelve a subir la presión sobre la cúpula de la CGT que esperaba desactivar las tensiones internas con el acuerdo al que habían arribado con los funcionarios nacionales.