Molino Bajo Hondo reincorpora a los trabajadores despedidos en el marco de una conciliación obligatoria

El Molino Bajo Hondo, ubicado en la localidad de Cerri, partido de Bahía Blanca, reincorporó a los ocho trabajadores que habían sido cesanteados bajo causas que el sindicato consideró falsas. La medida fue adoptada tras la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo, liderado por Walter Correa, y permanecerá vigente hasta marzo mientras continúan las negociaciones entre las partes.

Los trabajadores de Molino Bajo Hondo despedidos retomaron sus tareas el pasado lunes 20 de enero, luego de intensas reuniones entre el sindicato de la Unión Obrera Molinera Argentina (UOMA), representado por su secretario adjunto Horacio Seren, el delegado regional Julio Vidal, y los directivos de la empresa. Esta reincorporación marca una victoria provisional para los empleados en su lucha por los derechos laborales y las indemnizaciones adeudadas. Las negociaciones continuarán durante los próximos meses de verano.

El conflicto tuvo su inicio el pasado 24 de diciembre, cuando los trabajadores fueron notificados de sus despidos con argumentos que el sindicato describió como infundados. La empresa había manifestado su intención de cerrar el molino sin documentos que lo respalden, lo que generó dudas sobre sus verdaderos objetivos. El Grupo Bahía Energía, propietario del molino, enfrenta críticas por su capacidad para pagar las indemnizaciones, dadas las dimensiones de sus operaciones en el sector agroindustrial y su diversificación hacia otros negocios.

La situación del Molino Bajo Hondo refleja problemas más amplios en los sectores agroindustrial y agroexportador, que atraviesan una crisis marcada por la caída del consumo interno, la política cambiaria, y el impacto de la sequía. Estas condiciones podrían agravar las dificultades del sector, con posibles aumentos de los precios de los insumos panificados que serían difíciles de trasladar a los consumidores, ya golpeados por la pérdida de poder adquisitivo.

En paralelo, el sector agroindustrial observa con atención el caso del Grupo Los Grobo, otro actor importante que acusa problemas financieros tras no poder cumplir con un vencimiento de 30 millones de dólares en obligaciones negociables.