El ministro de la cartera laboral Claudio Moroni brindó detalles sobre el decreto publicado hoy en el Boletín Oficial mediante el cual el Gobierno dispuso un aumento del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias. La intención del Gobierno es mantener en el tiempo la actualización del impuesto para que solamente sea alcanzado por el 10 por ciento de los asalariados.
El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, sostuvo hoy en una conferencia de prensa que la intención del Gobierno es ir actualizando el piso para que el impuesto a las Ganancias solamente alcance a quienes tienen los salarios más altos.
«Queremos mantener el entorno en el 10 por ciento de los asalariados de mayores salarios. Es una solución justa mantenerla en torno a esa población, que no lleguemos a situaciones como la que estaba antes de la modificación, con más del 20 por ciento de los trabajadores alcanzados», argumentó el funcionario nacional.
En una conferencia de prensa desde Casa Rosada, subrayó: «Hemos tenido experiencias en la Argentina en las que, al no ir adecuando el valor, cada vez el universo de sujetos alcanzados por el impuesto era mayor».
El titular de la cartera laboral, remarcó: «Este valor solo funciona y aplica para los salarios a partir de septiembre.» Resta que la AFIP saque la resolución respectiva y es probable que, por las fechas en la que estamos, algunas empresas ya hayan liquidado los salarios». Aclaró que, en caso de ello suceda, el dinero «será devuelto por la AFIP».
Al ser nuevamente consultado por el proyecto de algunos dirigentes de la oposición de implementar despidos sin indemnización o a través de un seguro de desempleo Moroni consideró que es una idea que «está equivocada» y que además se contrapone «con la Constitución Nacional en cuanto al despido arbitrario», reflejado en el artículo 14 bis.
El ministro agregó que «el contrato de trabajo no es solo monetario», sino que se trata de «modos de contratos sociales» y que además «están protegidos por sindicatos fuertes».
El ministro se opuso a «cambiar un modelo que en la Argentina anduvo muy bien» y ejemplificó que entre 2007 y 2012 «se dio el período de mayor crecimiento del empleo, con estas mismas normas laborales».
En cuanto al objetivo del Gobierno de cambiar planes sociales por ocupación genuina, Moroni resaltó que «el mayor modo de inserción es el trabajo» y reseñó que el país venía «de dos años de recesión y caída del empleo y luego tuvo el peor año de la historia económica del mundo» por la pandemia del coronavirus.
Los planes asistenciales «se analizarán sector por sector» y no «como una medida global», manifestó. «Con (el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat) Jorge Ferraresi venimos trabajando en una serie de programas y en breve habrá anuncios», señaló Moroni, y advirtió que la salida de los planes hacia el trabajo registrado «no será un vuelco rápido sino en meses», aunque rescató que eso «hay que iniciarlo».
«La gente pide trabajo, no asistencia, tenemos que responder a las demandas de la gente», añadió el titular de la cartera laboral.
Sobre el eventual regreso del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), dijo que en 2020 fue «una medida extraordinaria» cuando «no había ninguna posibilidad de circulación» por la pandemia, pero «hoy las restricciones son mínimas, casi inexistentes», y por eso se analizará «de manera focal» su posible instrumentación.
En la misma línea, remarcó que el programa de Asistencia de Emergencia para el Trabajo y la Producción (ATP) «se utilizó en los sectores industriales, hoy ya no, y en los de servicios, que aún sí», pero para ese segmento «se implementaron los Repro, para asistir a 400.000 empleados de turismo, hotelería y gastronomía y a entre 70.000 y 80.000 monotributistas de actividades críticas».