El senador radical y los gremialistas coincidieron en la necesidad de llevar adelante «políticas en conjunto» y realizar una «gran unión nacional».
«La idea de la unidad nacional es la que nos puede llevar a la concertación nacional y económica»,dijo Sanz durante el acto realizado a pocos días del paro general del próximo 9 de junio convocado por los gremios opositores.
En ese marco planteó la necesidad de un «Estado inteligente para poder eliminar los verdaderos cepos que hoy hay en perjuicio de los trabajadores, porque hay un cepo cuando se le pone techo a las paritarias o se le mete la mano en el bolsillo con el impuesto a las ganancias».
El precandidato presidencial dijo además que «el enfrentamiento permanente nos ha costado perder las enormes oportunidades que tuvo nuestro país».
«La Argentina que viene será la del diálogo y donde tendremos un Consejo Económico Social, para poder discutir los trabajadores, empresarios y Estado, las medidas que traigan desarrollo, mayor empleo, mejor salarios y más oportunidades», concluyó Sanz.
La visita de Sanz a la vieja sede de la calle Azopardo se inscribe en la intención del mendocino de estrechar lazos con el sindicalismo opositor y a la vez darle visibilidad a su precandidatura, en la difícil competencia que mantiene con Mauricio Macri de cara a las primarias del 9 de agosto.
Sanz y Moyano coincidieron en la necesidad de llevar adelante políticas en conjunto y realizar una gran unión nacional.
Al abrir el acto Moyano recordó las palabras del caudillo radical Ricardo Balbín durante el funeral de Juan Perón («este viejo adversario viene a despedir a un amigo») y reclamó que se den «ejemplos de unidad de este tipo en política».
«Desde la CGT tenemos que dar muestra de lo que está reclamando la sociedad, la unidad nacional», aseguró el dirigente camionero ante la atenta mirada de algunas de las principales figuras de la UCR, como el histórico operador político Enrique «Coti» Nosiglia y los legisladores nacionales Ricardo Alfonsín y Mario Negri.
Junto a ellos estaban sentados los sindicalistas opositores Pablo Moyano (Camioneros) y Luis Barrionuevo (Gastronómicos).
Sin ser explícito, Moyano aludió a los 13 paros generales que la CGT -encabezada, entonces, por el dirigente cervecero, Saúl Ubaldini- realizó durante el gobierno de Raúl Alfonsín.
Fue cuando sostuvo que frente un «país que está en una situación como esta, tenemos que hacer el esfuerzo necesario para tratar de convivir políticamente. Nos hemos peleado muchas veces con el radicalismo y seguramente nos vamos a seguir peleando, pero dando las discusiones que aportamos para que la sociedad viva mejor».
Antes de comenzar el acto, habló Federico Recagno (OTR-CABA), uno de los organizadores y titular de la Mesa Sindical de trabajadores radicales de la CGT.
“Hoy es un día muy importante para quienes creemos que es momento de modificar la realidad nacional, mediante el trabajo mutuo» y agregó: «Desde siempre los radicales integramos el movimiento obrero y la casa de los trabajadores siempre fue la CGT».
La sala inaugurada hoy en el viejo edificio de la calle Azopardo fue bautizada el nombre Unidad Nacional Perón-Balbín en homenaje al mítico abrazo entre los dirigentes que ocurrió en noviembre de 1972.
A partir de ahora, la sala de reuniones del quinto piso de la CGT también tendrá una gigantografía de ese encuentro.
“El abrazo entre Perón y Balbín es un momento histórico que identifica nuestro compromiso presente por atender los reclamos de los trabajadores desde la unidad”, finalizó Federico Recagno.