El líder de la CGT disidente, Hugo Moyano, en su búsqueda por recuperar el terreno perdido en materia sindical sostuvo que “todos los gremios son conscientes de que la inflación ha superado el 30% en los últimos meses y firmar por debajo de ese porcentaje, es quitarle poder adquisitivo al salario del trabajador”.
El sindicalista pidió que los aumentos salariales sean superiores al 32%. “Si piensan en sus trabajadores, el aumento no puede ser inferior al 32, 33%”.
Además, aseguró que “el Gobierno tenía la intención de firmar las paritarias de un 22% como máximo. Por la presión que metimos nosotros, hoy se están firmando por el 30, 31 y 32%. La división del movimiento obrero posibilitó que no avasallen los derechos del trabajador. Si hubiéramos estado todos subordinados y arrodillados ante el Gobierno, se hubiera firmado por el 22%”.
Según Moyano, la convocatoria al paro general del sindicalismo opositor para este jueves 10 de abil espera tener “una adhesión muy, pero muy importante”.