El viernes, como todos los años, el Sindicato Único de Trabajadores de Peajes y Afines (SUTPA) que conduce Facundo Moyano realizó su tradicional y multitudinaria fiesta de fin de año. En esta oportunidad, con casi 4000 asistentes, el menor de los Moyano sindicalistas se dio el gusto de mostrar la foto que venía buscando. Es que logró que en el escenario estuvieron Sergio Massa y Hugo Moyano.
La instantánea que retrata a Facundo Moyano, con el líder del Frente Renovador y el secretario general de la CGT es un mensaje político muy claro de cara a un año electoral en el que Sergio Massa pareciera ser el único candidato peronista no kirchnerista con chances reales de competir por la presidencia.
Mientras Hugo Moyano sigue esperando para hacer público su apoyo electoral, Massa se anotó unos puntos para conseguir esa estructura cegetista que tanto poder de fiscalización y recursos maneja.
Massa fue el encargado de presentar a Hugo Moyano: “Quiero invitar a un amigo al escenario. A alguien que dicen que habitualmente pelea y que dicen que yo tengo mala relación. Miren lo buena que será la relación que lo mejor que puede hacer un padre es poner a su hijo a trabajar en un espacio político. Quiero invitar a este escenario al líder de los trabajadores argentinos, al compañero Hugo Moyano a que nos acompañe”, lo invitó el tigrense, tras lo cual el titular de la CGT opositora hizo su aparición.
El camionero saludó a los presentes en la fiesta y remarcó la importancia de las organizaciones gremiales. Como primer gesto público relevante, además, el líder de la CGT dijo que su hijo y Massa «son una promesa política y gremial».
Este acercamiento de Moyano y Massa casi llegado 2015 parece ser el primer paso de un acuerdo en ciernes entre ambos. Todo indica que en los próximos días habrá más muestras de coincidencias entre ambos y ese crecimiento en la relación pública derivará en un acuerdo electoral.
Es que Moyano no consiguió un candidato que le posibilite lugares en las listas, que tenga chances ciertas de disputar la presidencia, que le garantice la continuidad del modelo sindical y que le prometa un rol importante del movimiento obrero en la toma de decisiones. Parece que eso lo conseguirá con Massa.
Mientras tanto algunos de sus aliados menores están jugando sus fichas a otros candidatos testeando las respuestas y generando esa red de contención tan tradicional del gremialismo argentino. Es que lo mejor es jugar con todos para asegurarse de no perder.