Se trata de la fórmula que resuena en los pasillos para la renovación de autoridades del Sindicato de Camioneros de Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. Sostendría el Binomio Moyano – Moyano y sería una respuestas a las versiones de ruptura entre Hugo y Pablo, su hijo mayor.
En unos meses los afiliados al Sindicato de Camioneros de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires deberán pasar por las urnas para renovar sus autoridades. En los papeles deberían ser en octubre, casi en simultáneo con las elecciones generales aunque hay chances de que se adelanten un poco para evitar la superposición.
La fórmula que ya resuena en los pasillos del gremio es Moyano – Moyano. Se trataría de una continuidad en la conducción de Hugo Antonio Moyano y de su hijo mayor y cotitular de la CGT, Pablo Hugo Antonio Moyano.
El binomio es toda una señal para el mundo sindical y para la política que viene siguiendo de cerca lo que ocurre en la familia.
No había dudas de que Hugo pasaría por las urnas para buscar su novena reelección consecutiva. Lo que estaba en cuestión, en todo caso, era quien sería el acompañante, a caballo de los permanentes rumores de ruptura que Pablo desmintió sistemáticamente.
La fórmula, que se espera que sea electa con lista única por falta de oposición, ratifica la pertenencia gremial de Pablo y da por tierra con la idea de que se quedaría a la intemperie tras lo que fue su salida de la Federación de Camioneros el año pasado.
Hugo Moyano, de 79 años, es uno de los sindicalistas más poderosos de la Argentina y tal vez el más importante del Siglo XXI. Construyó su poder desde su sindicato de base y supo ser el líder de la CGT por tres mandatos consecutivos hasta la constitución del triunvirato de 2016.
Desde entonces, amagó un retiro y alterna apariciones públicas aisladas con intervenciones concretas para ordenar la interacción entre el sindicalismo con la política y acciones de neto corte sindical.