El camionero mandó a su hijo, Pablo Moyano, a liderar personalmente una movilización en medio de la crisis de Garbarino. Retoma el sueño de quedarse con el gremio de Armando Cavalieri. Además, luego de la renuncia de Facundo, picanteó al Gobierno y amenazó con escalar las protestas.
A días de la renuncia de Facundo Moyano a su banca como diputado nacional por el Frente de Todos, Hugo Moyano volvió a mover las fichas de su tablero político sindical. Envió a su hijo mayor, Pablo Moyano, a liderar una protesta callejera en medio de la extendida crisis de Garbarino y cruzó al Gobierno de Alberto Fernández.
El camionero, representante formal de unos 200 trabajadores dedicados a la logística de la empresa en cuestión, mostró su músculo, juntó su gente, criticó al Gobierno y disparó sobre el gremio de Comercio.
«Lamentablemente esta empresa comenzó a decaer por el plan económico del macrismo y la pandemia. Hace seis meses que no funciona y no paga los salarios. El centro logístico está cerrado, los locales también. Venimos a exigir a esta cueva financiera donde funciona Garbarino que se hagan cargo», advirtió Moyano.
Además criticó al ejecutivo: «Le pido al ministro Kulfas, creo que así se llama porque no es muy conocido, que les dé tranquilidad a los trabajadores».
«Si no tenemos respuestas, si no tenemos un compromiso de pago, marcharemos el viernes al Ministerio de Producción», amenazó el camionero.
También aludió al ministro de Trabajo, Claudio Moroni, a quien le pidió que «convoque a Garbarino» para buscar una solución, y recordó que «les dieron subsidios a todos».
«Moyano está usando políticamente la situación por la que atraviesan los trabajadores de Garbarino, con la intención de meterse, una vez más, en la interna del Sindicato de Empleados de Comercio de la Capital», cuestionaron importantes fuentes del gremio de mercantil.
Este movimiento por parte del Camionero, adicionalmente, es un intento por interceder en un momento clave del proceso de sucesión de la conducción de Cavalieri.
Aunque las elecciones todavía son algo lejanas, el sindicalista dio muestras y señales (las más visibles en la última negociación paritaria con las cámaras empresarias) de haber optado por Carlos Perez como su sucesor natural y la lista azul (oficialista) va camino a encolumnarse detrás de esa decisión.
El desembarco en la estructura mercantil es un viejo anhelo de Moyano. Ya lo intentó con diferentes dirigentes. El caso más recordado es el de Oscar nieva, quien hace una década intentó desbancar a Cavalieri de la mano del camionero pero fracasó.
Ahora la apuesta del moyanismo es a acumular peso propio. Llegado el caso, podrían trasladarle los votos a Ramón Muerza el delegado de COTO y amigo de Alfredo Coto que supo quedarse en la puerta de un batacazo hace un par de años y que, tras una fuerte erosión en su base de sustentación, recaló en sus filas.
«La estrategia queda más en evidencia luego de que la semana pasada la Federación logró destrabar 225 millones de pesos por parte la AGIP, gestión que se hizo para el pago de salario de los trabajadores de Garbarino», concluyeron desde Comercio.