Decenas de organizaciones gremiales, sociales y políticas enroladas en la multisectorial «21F» que lideran los Moyano convocaron a movilizar frente al Congreso para apoyar la aprobación de la ley que retrotrae los tarifazos. «Si hay veto, habrá paro nacional», alertaron.
«9M, 18 horas, todos al Congreso, #basta de tarizafos», reza la cita que agitan por las redes los laderos de los camioneros. Se espera la adhesión de las CTA, la Corriente Federal de Sergio Palazzo, los movimientos sociales como Barrios de Pie, CTEP, CCC y agrupaciones políticas kirchneristas y de izquierda, entre otros.
El moyanismo que volvió a la CGT, ahora se envalentona. El portazo que dieron Hugo y Pablo Moyano en marzo pasado por las diferencias con el triunvirato quedó atrás. La nueva estrategia de los camioneros es recuperar la «fuerte» presencia en la central obrera, promover la «unidad» de sectores gremiales internos y externos y postular a un candidato propio en las elecciones del 22 de agosto próximo.
El «operativo retorno» quedó plasmado, cuando Omar Pérez, virtual N° 3 de Camioneros asumió al frente de la Secretaría Gremial de la CGT, cargo que había dejado vacante el hijo mayor de Moyano. Pérez es secretario de Política de Transporte de Sichoca y responsable de los asuntos de Transporte Nacional en la Federación de choferes.
La primera declaración de Pérez tras asumir la secretaría gremial fue una amenaza al Gobierno nacional: «Si vetan la ley de la oposición para bajar las tarifas convocamos a un paro nacional de la CGT».
El plan no es azaroso ni asilado. Los Moyano desembarcan nuevamente en la CGT con la bendición papal. Los Camioneros, a través de La Alameda, tienen más «llegada» a Francisco que cualquier otro gremialista del país. En primer lugar buscarán dominar Las 62 Organizaciones Peronistas, a través del docente Miguel Díaz y el farmacéutico Marcelo Peretta. Luego, empujarán para introducir en Azopardo a la CTA de Hugo Yasky, que ya anunció disolución, y a la CTA Autónoma de Pablo Micheli.
La tarea más difícil será la sindicalización de los cooperativistas. La CTEP, Barrios de Pie y CCC están embarcados en arduas discusiones sobre los pros y contras de armar una central de «desamparados» paralela o fusionarse en la CGT, cada uno en el sindicato que corresponda según la actividad. Juan Grabois y Esteban «Gringo» Castro apoyan fervientemente la primera opción, pero en la CCC de Juan Carlos Alderete la resisten y buscan inclinar la balanza en favor de la segunda alternativa. Los Moyano podrían destrabar la interna si luego de los comicios de agosto logran cambiar los estatutos internos de la Confederación y permiten el ingreso de los cooperativistas. Una vía que explorada es que primero los absorban las CTA.