En una cumbre con la UTEP, el gremio que nuclea a las organizaciones sociales, Héctor Daer dejó un trazo de lo que viene: «Muchos compañeros, por bronca, votaron a quien fue electo presidente. Lo inteligente va a ser que no avancen sobre los derechos conquistados». Se solidifican los puentes entre Azopardo y los movimientos sociales.
Los movimientos sociales se congregaron ayer en la sede de la CGT para oficializar la nueva conducción de su gremio, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) que tuvo elecciones multitudinarias la semana pasada.
El acto ofreció una imagen de unidad entre la propia CGT, con los grupos piqueteros y hasta con ambas vertientes de la CTA. Se trata de una alianza estratégica para condicionar al presidente electo, Javier Milei, en su plan de reformas en el plano laboral.
En el escenario del Salón Felipe Vallese de la CGT, se ubicaron como anfitriones los secretarios generales de la central obrera Héctor Daer y Pablo Moyano. Junto a ellos, los dirigentes de la UTEP Alejandro «Peluca» Gramajo (nuevo secretario general), Dina Sánchez y Norma Morales (secretarias adjuntas), Johanna Duarte (secretaria gremial), Ramiro «Vasco» Berdesegar (secretario de Organización) y Esteban «Gringo» Castro (secretario general saliente). Completaban el escenario los jefes de las dos vertientes de la CTA: Hugo “Cachorro” Godoy y Hugo Yasky.
«Cada vez que quieran tocar un derecho de los trabajadores, vamos a ser los primeros en salir a la calle», advirtió Moyano, el primero en tomar la palabra.
«Esta unidad va a ser el principio de la unidad que se va a dar en la calle», agregó. Y apuntó contra la «ley ómnibus» que prevé Milei para el comienzo de su mandato: «Muchas de esas leyes son para cagar a los trabajadores«.
Cachorro Godoy habló después: «Tenemos que fortalecer nuestra unidad para resistir», lanzó. «Ya no solo son neoliberales, son una experiencia neofascista peligrosísima para la sociedad», dijo sobre el próximo gobierno.
Yasky afirmó: «No nos vamos a poner de rodillas ahora. Viva la unidad de los movimientos sociales y el movimiento sindical».
Luego fue el turno de Daer. «Esta aparición rutilante del expresidente [Mauricio] Macri tiene que ver con la frustración que tiene de no haber hecho desaparecer a los sindicatos y organizaciones sociales», sumó.
«Muchos compañeros, por bronca, votaron a quien fue electo presidente. Lo inteligente va a ser que no avancen sobre los derechos conquistados», remarcó.
En las butacas, completaban la imagen de unidad los dirigentes del Consejo Directivo de la CGT; referentes sociales como Emilio Pérsico, Juan Grabois, Daniel Menéndez y Gildo Onorato, y sindicalistas de la CTA como Roberto Baradel (Suteba). Además, se acercaron funcionarios nacionales y provinciales, como la ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos, y los ministros bonaerenses Andrés “Cuervo” Larroque (Desarrollo de la Comunidad) y Walter Correa (Trabajo).
Con adhesiones se sumaron Carlos Acuña (triunviro de la CGT junto a Daer y Moyano) y el Obispado de San Justo. Entre los presentes estaba el cura villero Carlos Olivero.
Norma Morales, de Somos Barrios de Pie y secretaria adjunta: «Si se atreven a tocar nuestros derechos, prepárense. Con nuestros cucharones, espumaderas, nuestras palas y nuestros machetes vamos a seguir defendiendo lo que construimos».