Armando Cavalieri difundió que se impuso con el 50,43% (10.955 votos) sobre Ramón Muerza, que logró el 48,52% (10.540 votos), pero desde el entorno de Ramón Muerza señalaron que la victoria fue de ellos por 200 sufragios por la cantidad de sobres observados, “errores” en las actas y las urnas sin contar¨. Esa «diferencia se salará en tribunales.
Los conocedores del paño sindical hablan de una elección con cancha inclinada. Relatan que el «Gitano» movilizó su batallón de 2300 jubilados e hizo votar a unos 3 mil empleados que poseen el gremio, la federación, la obra social y parque norte (que deberían estar encuadrados en otros sindicatos).
Desde la oposición señalan, además, que el sector de Cavalieri se valió de 1500 votos directamente «truchos» de gente que se presentó como trabajadores de comercio que no tenía nada que ver con el sector.
También apuntaron al conteo. Es que mientras estaban en pleno recuento hubo sospechosos cortes de luz y personas que metieron mano en las urnas se valió.
Mientras el oficialismo ya le pide a Triaca que convalide lo actuado, la oposición critica el rol de la Secretaría de Trabajo, que avaló todas las irregularidades previas. Por eso sólo mantienen expectativas concretas en respuestas desde el plano judicial.
«Resta que se pronuncien sobre lo sucedido los jueces de la Sala VIII de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo que el jueves ratificaron, por unanimidad, la suspensión de las elecciones de autoridades del Sindicato de Empleados de Comercio¨, explicaron en un comunicado de prensa.
Y confiaron que «invalidarán lo actuado y confirmarán que es debe convocar a una nueva asamblea, en la que pueda participar la oposición y se elija una nueva junta electoral que encare el proceso de renovación de autoridades con transparencia».