Anoche los trabajadores denunciaron lo que calificaron como «excesiva» presencia policial en la zona durante la noche y expresaron su temor de un «desalojo nocturno».
«Denunciamos que avanzan en este intento represivo luego de que la jueza Andrea Rodríguez Mentasty ratifico que dará curso al desalojo y que el fiscal pidiera que fuese en horas nocturnas. Llamamos a todas las organizaciones solidarias a que se acerquen a la fábrica», dijeron en un comunicado los delegados.
Sin embargo, y ante la multitudinaria movilización, las fuerzas policiales se retiraron y esta madrugada los trabajadores, a los que sumaron su apoyo agrupaciones políticas y estudiantiles, continuaban presentes en la empresa.
Además, la tensión entre los ocupantes creció ayer por la presencia de un helicóptero que sobrevoló la zona en forma constante, según denunciaron los trabajadores.
El lunes por la mañana una delegación de trabajadores de la planta clausurada reclamó en el juzgado de Garantías de San Isidro «la anulación del pedido de desalojo y represión» formulado el viernes último por un fiscal.
En ese momento los trabajadores solicitaron a la jueza de Garantías número 3 de San Isidro, Andrea Rodríguez Mentaste, que «no apruebe el pedido del fiscal Gastón Larramendi, de desalojar la planta».
Larramendi solicitó el viernes el desalojo de la planta de Florida que la empresa quiere trasladar a la ciudad de Mar del Plata y, según los trabajadores y la comisión gremial interna, esa demanda fue impulsada por «la patronal, que está en situación de abierta ilegalidad, ya que fue denunciada por lock out ofensivo, vaciamiento y discriminación total», puntualizaron.