A raíz de la caída abrupta del poder adquisitivo de los salarios, la caída del consumo y la suba de los costos potenciada por los tarifazos de los servicios públicos, la crisis en la argentina no deja de expandirse y retroalimentarse y golpea al sector del comercio.
Una muestra acabada de ello lo representa el cierre de más de 30 sucursales en todo el país, de una de las cadenas de electrodomésticos más conocidas, como lo es Musimundo. Ahora le toco el turno al local que la compañía tiene en la ciudad de Luján.
El sorpresivo cierre agarró a 15 vendedores y vendedoras con la guardia baja cuando les comunicaron la medida del cierre en el mismo momento del hecho. En tanto el mismo día, los carteles en la puerta lo explicitaron: “Cerrado, disculpe las molestias”.
La firma Carsa, propietaria del 50% de las 300 sucursales de Musimundo, a partir de mayo pasado, comunicó a la Comisión Nacional de Valores (CNV), que no cumpliría con el pago de intereses y capital de obligaciones negociables emitidas por $116 millones, a lo que sumó que la calificadora de riesgo Fitch Ratings, le bajara la calificación.
Más tarfe presentó el concurso preventivo en la justicia y comenzó la debacle de la cadena que está cerrando puntos de venta y despidiendo a todo el personal que ocupaba en ellos.