InfoGremiales había publicado una nota que describía la preocupación sindical por el estado de abandono de las políticas públicas vinculadas con la energía nuclear. Desde NASA, la empresa que maneja Atucha, salieron a comunicar acciones, plantearon la intención de que el conflicto por los despidos no afecte las operaciones y hablaron de procesos de desregulación y eficiencia.
Este lunes, a la publicación de InfoGremiales respecto a la indefinición de políticas nucleares para dar certidumbre al sector sumado a la renuncia del ahora ex jefe de Gabinete, Nicolás Posse, la empresa NA-SA (Nucleoeléctrica Argentina SA) reaccionó el martes bien temprano a la mañana enviando un mail a los trabajadores.
En ese correo, el presidente Luis Fasanella hace referencia a los distintos puntos que se tocaron en la nota publicada en este medio. Respecto al CAREM (Central Argentina de Elementos Modulares) señala que «en cuya obra participamos como contratistas para la Comisión Nacional de Energía Atómica, dueña del proyecto«, con la intención de desmarcarse de quién maneja el presupuesto. Justamente por decisión del Gobierno nacional y en acuerdo con EEUU esta obra se frenó.
A raíz de eso hubo cientos de despidos de trabajadores de la UOCRA que generaron cortes en el acceso a Atucha. Dice Fasinella: «En las últimas semanas se sucedieron episodios de protesta en la rotonda de acceso a Atucha, debido a cuestiones ajenas al ámbito de acción y decisión de nuestra empresa. Quiero reafirmarles que, desde Nucleoeléctrica Argentina, nos mantenemos enfocados en asegurar que el conflicto no afecte la operación y el mantenimiento necesario de las dos unidades del Sitio Atucha». Sigue: «Continuaremos haciendo los esfuerzos necesarios para garantizar la seguridad en las centrales, tanto para el personal como para las instalaciones».
En otra parte refiere al PEV (Proyecto Extensión de Vida) donde las fuentes consultadas para la primera nota expusieron que el Directorio de NA-SA navega en incertidumbre. Fasinella dice en su misiva al personal: «Tenemos también por delante el desafío de realizar, durante la segunda mitad de este año, las paradas programadas de mantenimiento de Embalse y Atucha II, como así también iniciar la parada de Extensión de los primeros 50 años de vida de Atucha I, un proyecto fundamental para la operación a largo plazo de nuestra central pionera».
Del renunciado Posse dependían las reestructuraciones de las empresas públicas, principalmente poniendo el foco en aquellas incluidas en la Ley Bases y por lo tanto sujetas a privatización; entre ellas NA-SA. Ahora, con el devenir de los hechos y el futuro nombramiento de Federico Sturzenegger -en un ministerio que buscará modernizar el Estado- los tiempos se acelerarán si de desmantelamiento y desinterés por la soberanía nacional y nuestros recursos hablamos.
También Fasinella asegura que se ha iniciado «una etapa que estará marcada por la búsqueda de la excelencia en el desarrollo de nuestra actividad, en un contexto social y económico complejo, sumado a un mercado eléctrico más desregulado y competitivo«. También, en otro párrafo, habla de «incrementar la eficiencia«, todas estas últimas tres palabras poesía para el paladar negro de Sturzenegger para justificar más ajustes.