«Nos dicen ‘acepten la reforma laboral’ como si fuese lo nuevo pero es lo mismo que hicieron en los ’90, con la flexibilización laboral», sostuvo el dirigente gremial en diálogo con radio 10, al comparar las declaraciones presidenciales con la reforma laboral implementada bajo el gobierno del ex presidente Carlos Menem y con la situación actual de Chile.
«En el modelo de Chile no hay derecho a discutir paritarias por salario sino por productividad, no existe indemnización (sino que) el trabajador debe hacer un fondo que le descuentan todos los meses y no hay justicia laboral que ampare al trabajador», amplió Yasky.
A dos días del acto de la CGT y los movimientos sociales frente al Congreso, Macri planteó ayer la renovación de la dirigencia gremial y dijo que con los actuales convenios colectivos «debilitamos los puestos de trabajo que tenemos».
«Instalan el discurso en un momento en el que saben que hay despidos, la economía no arranca, se sabe que va a empeorar y quieren cortar el hilo por lo más delgado en vez de revisar qué pasa con la bicicleta financiera y por qué se está cayendo a pedazos la pequeña empresa», consideró el titular de la CTA.
Según el gremialista, para el gobierno «el derecho laboral no es una conquista de la democracia (sino) dinero que pierden porque el trabajador es un costo y hay que reducirlo como sea».
«Si la reforma prospera, se van a llevar por delante una pared de hormigón porque los sindicatos no vamos a regalar los derechos que conquistamos», advirtió y agregó que «12 años de paritarias libres no se van a llevar puestos así como así».
Sobre la posibilidad de aumentar el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias en un 17% y negociar paritarias en 2017 sobre ese porcentaje, Yasky rechazó la idea porque «sería entregar 10 puntos de salario perdido este año y nos estarían metiendo la mano en el bolsillo».
«La promesa de campaña fue una tomadura de pelo a todos. No se puede mentir impunemente y después seguir apretando al que menos tiene», fustigó.