Luego de un año y medio de intervención judicial y un par de cambios en materia de interventores, el Sindicato de Obreros y Empleados de la Minoridad y la Educación (SOEME) vivió ayer una jornada electoral que marcó el comienzo de su camino para volver a manos de sus afiliados.
Según las cifras del acta de los comicios, casi 4 mil trabajadores de minoridad pasaron por las urnas en 47 puntos diferentes de votación que se dispusieron en todo el país y le dieron el respaldo a quienes serán los nuevos dirigentes del gremio que supo estar en manos de la familila Balcedo por décadas.
El Ministerio de Producción y Trabajo envió veedores para supervisar lo actuado y al final del día quedó consagrada la nueva conducción gremial que asumirá funciones el próximo 2 de diciembre, según lo estipulado por el cronograma electoral.
La lista Azul y Blanca Unidad y Renovación, fue la única que logró cumplir con los requisitos formales para estar en los cuartos oscuros y llevó como candidato a secretario general nacional a Adrián Di Marco, a secretaria adjunta a Evangelina Pérez y Alberto Miguela como secretario gremial nacional.
La oposición, apadrinada por el detenido sindicalista empresario Marcelo Balcedo, no llegó a cumplir los pasos mínimos para presentarse. A esos problemas se le sumó el escándalo con pedido de detención incluido de quien fuera su candidato a secretario General, Horacio Mankowski. De hecho hace menos de un mes se le emitió una orden de detención en el marco de una investigación por estafa al gobierno provincial de María Eugenia Vidal, del que era funcionario.
El último recurso de Balcedo, detenido en su mansión uruguaya, es avanzar por la vía judicial con algún magistrado cercano. De hecho la apuntada como socia para disparar la última bala del ex hombre fuerte del Soeme es la jueza nacional Analia Viganó, del fuero laboral.
A través de Viganó, una vieja conocida del ámbito gremial (esposa de Julio Piumato, el secretario General de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación y dirigente de la CGT), busca inhibir al juez Ernesto Kreplak en sus funciones y evitar que la organización vuelva a manos de sus afiliados. Sin embargo los especialistas creen que la maniobra no prosperará por la diferencia de fueros y que terminará en una compulsa abstracta.