En los oficios ligados a la economía popular, como el caso de los vendedores ambulantes y feriantes, el aislamiento cuasi generalizado redundó en la pérdida de clientela y que se cortaran todos los ingresos familiares. Ya no queda a quién vender, ni en dónde.
"Muchos compañeros tuvieron que salir a laburar igual, aún sabiendo que se exponían a contagiarse: si no salís, vos y tu familia no comen", señaló Pablo Dorigo, representante de la rama de vendedores y artistas en espacios públicos de la UTEP en declaraciones al portal El Grito del Sur.
"La suspensión de recitales, el cierre de teatros y el fútbol sin público nos mató", explicó el dirigente de la organización que aspira a ingresar a la CGT.
Con o sin monotributo que pagar a fin de mes, con relaciones más o menos formales con sus clientes o patrones, y con menor y mayor grado de urgencia, prácticamente todo el sector informal quedó golpeado por la cuarentena.
Respecto de los bonos anunciados por el Gobierno para quienes perciben la AUH y diferentes planes sociales, Dorigo señaló que si bien es una "ayuda", en el sector "sólo el 30 por ciento" -el que está organizado- accede al beneficio.
Por eso, los distintos sindicatos de la economía popular están trabajando en propuestas complementarias en coordinación con las distintas secretarías del Ministerio de Desarrollo Social, con quienes tienen línea directa dado que comparten espacios de organización y militancia.