Para darle una mirada de género a la regulación del teletrabajo que, debido a la cuarentena en aislamiento, entró en la agenda legislativa, la Secretaria General de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Judiciales (FeSiTraJu), Diputada Nacional y referente de las Mujeres Sindicalistas. Vanesa Siley abrió desarmando un sentido común erróneo: "A veces se dice por mala intención o por desconocimiento, que el teletrabajo beneficia a las mujeres y esta es una falsa premisa porque no pedimos quedar compelidas al círculo de nuestro hogar, donde además de trabajar frente a una pantalla, trabajamos dando la teta u organizando ese hogar." y cerró su introducción aclarando que: "es humanamente imposible de llevar a cabo. No pedimos dar la teta mientras trabajamos, pedimos igualdad."
Mara Rivera (APSEE), quien coordinó el evento, le dió el pase a la invitada, la economista Sofía Scassera, quien apuntó su exposición a lo que no se trata en los proyectos de ley: "Hay cuestiones que exceden la capacidad regulatoria de una ley nacional, las vamos a tener que resolver nosotros, desde las organizaciones sindicales con la negociación colectiva", advirtió.
Scassera describió algunos puntos a tener en cuenta:
Para cerrar, la economista retomó el tema con el que abrió Vanesa Siley, para que haya igualdad se necesita una red de cuidados: "La tecnología devuelve a las mujeres al contexto del hogar pero ahora suma el trabajo remunerado a las tareas domésticas. La condición fundamental para el teletrabajo es una red de cuidado". Esto afecta a cualquier adulto con personas a cargo.
Las tareas de cuidado pueden hacer "optar" por el teletrabajo, pero también implica menos probabilidades de ascensos y además por un 'techo de cristal autoimpuesto'. Se rechazan cargos con responsabilidades adicionales, se rechazan viajes para poder dedicar tiempo y energía a la familia pero no se termina haciendo ni lo uno ni lo otro.
La charla, que se puede ver completa acá, demostró que la conquista de una ley de regulación del teletrabajo será apenas el piso de nuevas luchas y negociaciones que deberán llevar a cabo las organizaciones de trabajadores y trabajadoras.