Desde diciembre, la planta de Avellaneda está trabajando a un 40/50% de su productividad, la planta de San Lorenzo se detuvo totalmente por varios meses y a fines de julio volvieron a prender las máquinas por contratos de fasón (por pedido de un tercero, dueño de los insumos) para moler granos para grandes cerealeras.
Tras la derogación del DNU 522/2020 de intervención y expropiación de la empresa Vicentin, la Federación de Aceiteros ya se puso en alerta: "Ninguna solución es admisible si no se garantizan los puestos de trabajo y las condiciones laborales de las trabajadoras y los trabajadores", advirtió.
Por su parte, el delegado gremial de Vicentin en Reconquista, Leandro Monzón declaró que "se generó una verdadera incertidumbre porque pensamos que las fuentes laborales iban a continuar." y agregó "cuando el Ejecutivo Nacional dictó la intervención creímos que era lo único que nos salvaba la fuente laboral y ahora no sabemos qué va a pasar".
Esta declaración respalda la postura del comunicado que publicó hoy la FTCIODyARA donde afirman que "no es cierto que la intervención estatal -como afirma el texto del nuevo DNU- fuera recibida con "desconfianza" por los trabajadores".
El temor de los trabajadores radica en que el PEN les suelte la mano y los deje a la vera del capital privado: "Si el Gobierno se abre, no sé qué va a pasar. Espero que no se extranjerice porque sería otro problema más" para la región y advirtió que "todas las pruebas apuntan al vaciamiento, es evidente".
Desde la Federación reclamaron "una profunda y exhaustiva investigación ante lo que se verifica cada día más como una monumental estafa y defraudación a la banca pública" y a su vez cuestionaron "el accionar de un juez que sólo demostró celeridad para desplazar una intervención que empezaba a investigar los papeles que aún se encontraban en la sede empresaria y devolverle el control al directorio."