El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó un informe con proyecciones sobre el déficit fiscal y la situación de los mercados emergentes en general, en el que estimó que la Argentina tendrá este año un déficit total del 6,1% del PBI y recomendó al Gobierno una “reducción estructural” del empleo público.
El organismo marca como una de las necesidades del Gobierno argentino la puesta en marcha de un modelo de “atrición”, como se denomina a la reducción de puestos de trabajo en el sector público sin reemplazar luego los lugares vacantes.
El último informe fiscal publicado por el FMI –según consignó diario BAE- se titula “Logrando más con menos” y sostiene que se da una baja de la productividad a nivel mundial, en paralelo con los cambios tecnológicos y una integración económica global, combo que –según el Fondo- exige “nuevas demandas para las políticas públicas”.
En uno de sus apartados, el informe refiere a las formas en las cuales algunos gobiernos podrían “generar ahorro por medio de la mejora de los objetivos de gasto público y el incremento de la eficiencia”. Concretamente, para el caso argentino se postula que “una reducción estructural del empleo público sería facilitado fortaleciendo la gestión de las nóminas (de empleados) para rastrear y controlar a los empleados públicos y emprendiendo un censo para identificar trabajadores ‘fantasma’ e implementando un sistema basado en la atrición”.
En cuanto al déficit fiscal, el FMI reconoce que este año el país tendrá un desequilibrio en las cuentas públicas equivalente al 6,1% del PBI, con un déficit primario del 4,8%. Para el último año del gobierno de Mauricio Macri, el rojo fiscal total estimado ronda el 3,9%.