Tras un 2020 condicionado por la pandemia con fuertes bajas en ventas y producción, la industria textil inició este año con mejores perspectivas, ya que el 83,3% de los empresarios encuestados estimó una recuperación, y nueve de cada diez planean mantener o ampliar la cantidad de personal.
«Obviamente, el 2021 va a estar supeditado a lo que pase con esta segunda ola de la pandemia pero las expectativas del sector son optimistas», consideró la Fundación Pro Tejer, que encargó la realización de la encuesta.
El sector textil registró en el cierre del primer trimestre un aumento del 52,4% contra igual período de 2020, mientras que la indumentaria tuvo un incremento del 68,6% en su producción en marzo y un 15,1% en el trimestre.
En abril 2021, y según datos de CAME, las ventas en comercios minoristas comenzaron a repuntar fuertemente en relación a abril 2020 aumentando un 65,6% en pesos pero continúan un 64,1% por debajo de abril 2019.
«Las ventas de indumentaria se encontraron rezagadas hasta febrero en relación al año anterior aunque mostrando una tendencia creciente desde el mínimo de abril 2020, mes de cuarentena estricta», señaló Pro Tejer.
Entre 56% y 59% de los industriales textiles estima ampliar la capacidad instalada de las fábricas y realizar más inversiones para abastecer una demanda que viene en crecimiento.
Según el sondeo, el 83,3% de las empresas encuestadas estiman que sus ventas se incrementarán a la par que un 66,7% considera que incrementará sus exportaciones.
«Se resalta que el 56% de las empresas coinciden en que ampliarán su capacidad instalada y un 58,7% piensa realizar inversiones permitiendo mayores volúmenes de producción y mejoras en los niveles de productividad mientras que el 91% de las firmas planea mantener o ampliar el empleo durante el 2021», indicó el relevamiento.
Según el sondeo realizado entre más de 80 empresas de los rubros textiles de todo país, la gran mayoría respondió haber tenido caídas mayores al 20% interanual durante el año anterior.
«Naturalmente, las bajas ventas redundaron en un menor volumen de producción. No obstante, un 72,4% de las empresas mantuvo o amplió su plantilla de trabajadores durante el año pasado», indicó la cámara empresarial.
Entre las principales estrategias para enfrentar la crisis las empresas apelaron a la utilización de programas públicos como el ATP (20% de las encuestadas) y la reducción de horas de trabajo (17,5%).
A pesar de la crisis, un 41% de las empresas ha invertido en el 2020 y un 71,4% de estas se destinaron a incrementar la capacidad productiva.
«Se destaca, la inversión en reconversión productiva hacia la fabricación de barbijos, kits y otros insumos sanitarios y, en este sentido, la importancia de contar con una industria nacional versátil capaz de hacer frente a diversas circunstancias en contexto de escasez mundial», explicó la Fundación Pro Tejer.
Añadió que «la producción de la cadena textil e indumentaria se encuentra en franca recuperación y crecimiento».
La entidad estimó que durante el 2021, las inversiones del sector superarán los USD 250 millones; 50 millones de dólares más que en el 2020.
El monto superará las inversiones del 2011, el año de mayor nivel de desembolsos de la década.
«Al calor de las nuevas inversiones, el sector estima además la creación de nuevos puestos trabajo a nivel federal», agregó la cámara.