Desde la sala de conferencias de la Casa de Gobierno, el funcionario relató que el 30 de diciembre pasado mientras estaban «en el Puerto de Buenos Aires bajando los últimos 30 coches de un total de 180 coches de la línea Mitre, los medios de comunicación empezaron a reflejar un descarrilo del último coche de una formación que circulaba desde Moreno hacia Once”.
«El descalce de una formación del Sarmiento no fue algo fortuito», aseguró Randazzo, y mostró una filmación tomada desde la cámara trasera del tren en la que se observa a dos operarios modificando el cambio de las vías, segundos después de que se produjera el descarrilamiento de la formación.
Los trabajadores «adulteraron las pruebas» para que no se pudiesen determinar las verdaderas causas del siniestro, indicó el ministro, y detalló que de acuerdo a las pruebas efectuadas por los peritos, el descalce de dos vagones que se produjo a las 9.40 «fue una negligencia grave o un sabotaje».
Según indicó, los peritos determinaron que la vía “se encontraba en perfectas condiciones”, por lo que apuntó a los operarios filmados «haciendo el cambio de vía de forma manual y después con una barreta».
En la filmación se observa que cuando pasa la formación “el cambio de vía estaba abierto sin ningún tipo de inconvenientes», pero en la cámara del último coche «puede apreciarse que el cambio está cerrado”, indicó Randazzo.
Según explicó, el Gobierno presentó todas las pruebas ante el Juzgado Federal Número 3 de Morón, a cargo de Juan Pablo Salas, que investigará «si hubo negligencia o sabotaje».
Mientras tanto, indicó, los operarios fueron apartados de sus puestos y se «inició el proceso de despido sobre los dos trabajadores».
Al ser consultado sobre si este supuesto sabotaje podría estar vinculado a cuestiones políticas con miras a los próximas elecciones presidenciales de octubre, en las cuales el ministro sería uno de los postulantes presidenciales, Randazzo respondió que no descarta nada, y acotó: «No creo en las brujas, pero que las hay, las hay».
El funcionario remarcó que «la mayoría de los trabajadores ferroviarios acompaña el proceso de renovación de la infraestructura y la modernización ferroviaria, inédito en los últimos 50 años”, y apoyan “la decisión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de que haya un tren donde antes había un tren”.
Sin embargo, subrayó: “Un traidor puede más que mil valientes y creemos necesario que estos hechos no queden impunes».
Como respuesta, en lo que ya se convirtió en un clásico de las discusiones político-gremiales, el delegado Rubén «Pollo» Sobrero dijo que espera una rectificación o, de lo contrario, pararán «todos los trenes»
«Estoy re caliente. Espero una rectificación de Randazzo. Si tocan a estos pibes paro todos los trenes y hago un quilombo bárbaro», sentenció Sobrero.
Por otra parte, Sobrero señaló que «esas vías no se podían cambiar a esa hora porque es muy arriesgado, entra un tren atrás de otro».