La iniciativa implica un golpe para Julio Piumato y su Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN) quen lidera desde hace veinte años. Y no por esperable, resulta menos contundente. Es que desde la seccional 2 de la Ciudad Autónoma, la oposición kirchnerista era notoria, tal como se consignó en notas previas en este mismo portal. La seccional llegó a ser intervenida por Piumato.
El nuevo gremio, sin embargo, deberá afrontar la representatividad nacional que pretende. Tal como indican en un comunicado por el cual anuncian su nacimiento, el potencial de crecimiento existe, ya que mientras que la UEJN cuentan con 7000 afiliados a nivel nacional, solo la Asociación de Judiciales Bonaerenses asciende a más de 11.000.
En el comunicado, los judiciales expresan: “En los últimos años el Poder Judicial viene siendo fuertemente cuestionado en cuanto a su funcionamiento y composición. Hoy , más que nunca, se ha instalado en la agenda periodística el nombre de los Ministros de la Corte Suprema de Justicia, de Jueces y Fiscales y también el nombre de Julio Piumato, un acérrimo defensor del gobierno devenido en acérrimo opositor que desde hace más de 20 años conduce la Unión de Empleados Judiciales de la Nación”.
También señalan el creciente protagónismo que el secretario del gremio y Secretario de Derechos Humanos de la CGT moyanista viene asumiendo desde la trágica muerte del fiscal Alberto Nisman. Los flamantes sindicalistas afirman: “ayudado por la ola mediática que invade a la Justicia, se arrogó el título de «vocero de los trabajadores judiciales». Tal arrogancia le valió más quiebres que adhesiones. Tal es así que el pasado 18 de febrero un grupo de sindicatos y asociaciones judiciales se aglutinaron en contra de las posturas esgrimidas por el Secretario General de la UEJN en torno al caso Nisman y la famosa marcha del 18 de FEBRERO y señalaron que allí «no están representados los intereses y derechos de los trabajadores».
El tiempo dirá si se cumple la apuesta del nuevo gremio: “Quizá la aparición de SITRAJU sea un puente de contención para los desencantados y para los que nunca encontraron en Julio Piumato la genuina y legítima defensa de sus derechos e intereses”.