Ayer fue un día caliente en la Unión del Personal de Seguridad (UPSRA). Es que vencían los plazos estipulados para la oficialización de las listas y había impugnaciones cruzadas entre los dos contendientes que quedaban en la cancha, Julio Gutierrez y Leónidas Riquelme.
Temprano la intervención había avisado que nada tenía que ver con las decisiones que se tomen en materia electoral y que para ese fin, mediante asamblea, se había designado una junta electoral compuesta por cinco miembros.
«Vamos a trabajar para lograr que se lleven adelante las elecciones de manera transparente, en paz y con una amplia participación. Además garantizaremos que los candidatos que finalmente valide la Junta Electoral tengan todas las herramientas necesarias para que su mensaje llegue a todos los vigiladores”, señalaron desde el gremio a través de un comunicado.
“Para garantizar mayor transparencia e imparcialidad, todas las dudas y consultas que surjan de acuerdo al proceso que definirá la nueva conducción y el destino del gremio deberán ser despejadas por la Junta Electoral», agregaron en un mensaje que pareció premonitorio.
Por la tarde toda la tensión se trasladó a ese espacio. Es que las nóminas tenían que validar sus candidatos y, ante las numerosas irregularidades, la lista color Naranja N° 2, que lidera el barrionuevista Leónidas Riquelme, finalmente no logró pasar el filtro.
Por su parte la lista Verde N° 1, que comanda Gutiérrez confirmó que quedó oficializada al cumplir con los requisitos y vencer los plazos perentorios. La noticia, que la deja en soledad de cara a los comicios que deben celebrarse el 14 de enero, cayó como una bomba en el entorno del gastronómico, que lanzó una serie de presiones cruzadas para intentar de derrumbar el procesos electoral y tener chance de volver a foja cero.
Más tarde se conoció, que fruto de las «gestiones» de Barrionuevo, dos integrantes de la Juanta Electoral renunciaron a su cargo. Desde el espacio de Gutierrez apuntan como el ariete de la jugada al cuñado del Jorge Triaca, Sergio Borsalino, quien sería el alfil que mueve influencias por orden del secretario de Trabajo.