Los trabajadores de la empresa de explosivos FANAZUL se movilizarán mañana contra una interrupción de la producción. Temen por el cierre de la fábrica que tiene 123 empleados y que reabrió en 2023. Fabricaciones Militares SE dispuso un plan de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas para estatales, como hiciera el macrismo en 2017. «Parece que estuviéramos en un deja vu de lo que pasó en la época de Macri, que decidió cerrarla en 2017», marcaron.
Los trabajadores de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos (FANAZUL) ubicada en la ciudad bonaerense de Azul se movilizarán este martes a las 10.30 para manifestarse ante el que consideran como un plan de «despidos encubiertos» y que compromete el futuro de la empresa. Hace pocos días se dispuso un esquema de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas para los empleados de la fábrica que había reabierto sus puertas en junio de 2023 y que depende de Fabricaciones Militares. Ante la situación, la delegación local de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) se mantiene el estado de alerta y movilización.
El delegado de esa entidad gremial, Eduardo Bercovich, dijo en diálogo con Infobae que «vino el director de Fabricaciones Militares, Hugo Pascarelli, hace unos 15 días para informarnos de que su intención era optimizar la fábrica». Pero a las pocas horas recibieron un correo electrónico del jefe de producción, Carlos Ruffini, en el que se les informaba que debían «paralizar la producción». El viernes pasado Ruffini les habría argumentado en una reunión que tienen demasiado stock.
«El argumento fue que el contrato que tenía la empresa con la compañia peruana Exca-Orica se había caído», asegura Bercovich. Según los trabajadores, esa información no es cierta. El contrato con los peruanos se firmó por 5 años y sigue vigente.
«Parece que estuviéramos en un deja vu de lo que pasó en la época de Macri, que decidió cerrarla en 2017«, le dijo al mismo medio uno de los empleados de la firma.
La planta que cuenta actualmente con 123 trabajadores se reabrió el 9 de junio del año pasado durante la gestión de Alberto Fernández que destinó USD 6,5 millones y permitió recuperar un cuarto de la producción que tenía antes del cierre.
Por otra parte, los trabajadores remarcan que la capacitación de los especialistas en explosivos demanda aproximadamente 1.000 horas de trabajo y que si hay despidos o retiros de gente con mucha experiencia la posibilidad de reactivarla después sería muy compleja. Destruir es mucho más fácil que construir.
FANAZUL también cuenta con potencial para elaborar TNT, siendo la única fábrica de este tipo en Latinomérica. Antes de su cierre en la administración de Macri, contaba con cinco plantas productivas en funcionamiento y ofrecía servicios de destrucción de materiales explosivos para la industria petrolera, el Poder Judicial y el Ministerio de Defensa. Pero gradualmente se redujeron sus actividades, hasta su cierre definitivo el 28 de diciembre de 2017.