Como hace casi cinco meses, los trabajadores despedidos de la autopartista multinacional Lear volverán a reclamar la reincorporación a sus puestos de trabajo. Entonces, mañana, miércoles 5 de noviembre, habrá una nueva concentración y un corte de la colectora de Panamericana a las 6:30 horas en la puerta de la planta y por la tarde una marcha al Ministerio de Trabajo.
La decisión fue tomada en una asamblea de despedidos y además servirá para denunciar la represión de la Gendarmería Nacional de hace poco más de una semana, que dejó un saldo de dos asambleístas presos, más de cincuenta heridos (muchos de ellos, hospitalizados) e incluso hubo que intervenir quirúrgicamente a varios trabajadores.
El conflicto en Lear parece no tener fin. La situación que ya provocó más de una docena de jornadas de protesta en las calles, innumerables denuncias presentadas contra la empresa y el gremio SMATA tanto en la cartera laboral como en la justicia, y casi cinco meses de protestas que no avizoran un final.
La intransigencia de la empresa para devolverle los puestos de trabajo a los despedidos que acampan frente a la planta y el sindicato de mecánicos (SMATA) que en lugar de ser una herramienta para la solución parece ser un foco más de conflicto, hacen que la situación se eternice, incluso cuando hubo acercamiento de partes.
Por la tarde, una concentración en el Obelisco y una marcha al Ministerio de Trabajo marcarán el cierre de una jornada, que seguramente no será la última.